miércoles, 15 de agosto de 2007

El Camaleón "Blue November Nine"...



La interesante plenitud se ha convertido en una frase que truena en el cerebro de la coleccionadora: "Te he engañado"...



Andé recuerda que November Nine llegó una noche de locura, a ese lugar que era un poco menos o más como el tugurio a donde ella y otros cazadores iban a pasar el rato cuando no había nada interesante en las calles. El lugar tenía luces neón y a Jonh Lennon en una de las paredes, tenía también un tablado en la parte superior donde apenas y podías caminar agachandote, de manera que los muebles recordaban una casbha, cojines y almohadas, colchones y velos, pero en este caso todo era rancio y mohoso, tal como los dueños del lugar. No había pipas especiales sino una cuasi legalidad en el acto de sacar un churro para amenizar la chela.
Fue ahí donde él entro con su desgarbada postura, con su chaqueta de cuero y su peinado al estilo Brian Molko. ¿Cómo es que me enamoré de él? se pregunta la coleccionadora, ¿cómo es que lo dejé vivir dentro tanto tiempo?... ahora le mira en las fotos que ha subido en la web y claro, el instrumento le da otro porte, pero además de eso sigue siendo la misma mirada vagante, el mismo dejo de indiferencia, el miedo obnubilado en su boca que sonrie a veces con desgana. Sigue siendo muy bello para ella, con esa belleza extraña que le recuerda lo indeferenciado y luego la vanalidad extrema de la piel que sólo sabe hacer el amor fisicamente.
Sus ideas siguen saliendo por su boca con ese tono pausado, con esa voz que antes se desgarró en cantos que nadie quisiera escuchar. Ahora toca con un impetú distinto al de antes. Ella no sabe si es realmente bueno, él lo dice y ella podría creerlo, podría engañarse pensando que él sabe tocar el cello tan sublimamente como antaño lo hacia con su cuerpo de gato, con su miembro siempre listo a proceder la acción trepidante de un coito largo y suave. Pero eso era antes, ¿cierto? el hoy que tiene por recuerdo próximo le sugiere que a ella le sigue gustando su olor, su cuerpo ahora ya menos delgado, sus extremidades largas pero hay cuestiones distintas, hay una debilidad donde antes existió el extremo vigor de una lanza.
Hay un desacuerdo fatal: "Te he engañado" significa que él ha decidido jugar del modo en que sólo sabe hacerlo: él miente por naturaleza al igual que ella no ama si no es porque piensa dejar al instante su objeto del deseo. November Nine es un ser de agua, es un escorpión que usa su aguijón para seducir a sus amantes, pero el pinchazo sólo dura unos segundos, su veneno por lo demás es fácil de combatir. Hay en él una imposibilidad suprema: la inseguridad que siente dentro de su mente por lo que él mismo llama bipolaridad, se cree demasiado libre y quizá lo sea, pero sólo es libre a base de la mentira con que tiene que urdir sus mistificaciones. Pero esas palabras jamás las utilizaría él, pues las odia, sólo quiere la música para salir de la angustia que le crea la sensación de ser demasiado pasional, demasiado explosivo.
¿A quién engaña el numero nueve? ¿A quién sino a sí mismo?. Eres un coleccionador pero no aprecias lo que se ofrece en sacrificio. No sabes nada del mundo ni de nada. No sabes mantener una postura más de cinco minutos, tienes esa forma de articular las cosas donde tu mismo las destruyes. La pasión incendiaria de tus manos es sólo la debilidad de un quiebre. Eres fascinante pero descifrable al instante. No tienes fundamentos, no gozas más que el sexo como suspiro. No te interesas por nadie porque sabes que pueden lastimarte otra vez. Eso lo sabemos todos. Eso es un temor demasiado común entre quienes llevan largas cicatrices mentales y metafísicas. Tienes miedo al rechazo pero dices que no te importa, cuando en verdad no importa se deja de mentir. Engañar es un juego donde el otro cree estar manipulando a su gusto los sentimientos, cree ser el autor de la historia y saber sus dobles mecanismos. En el engaño sólo se encuentra una cosa: la masturbación de un poder simbólico que nunca alcanzaras realmente.
La coleccionadora recuerda esa noche, este sitio, recuerda todas las noches y la locura a su lado. Se asquea, como todo ser elemental debe reconocer cuando un amor le ha mostrado la otra verdad de su mentira: november nine es un recoveco sin grandes pasadizos a ningun lugar digno de conocer, es de los túneles donde la salida esta tapiada y dentro sólo mora el gusto por la oscuridad y los falsos reflejos. También evoca la última vez en el motel: ella no ha sido satisfecha, ella encuentra su languidez y abulía un aburrimiento crónico. Su gusto por la música ha sido coronado por la hartancia de algo que ha compuesto inevitablemente en una melodía de arpegios disonantes donde el sentido es la irreverencia del engaño.

No hay comentarios: