jueves, 25 de octubre de 2007

El Infierno... congelado.


I recent your call
I recent your name
I recent your color
I recent your smell
I recent you
I recent that
I don’t have a choice.

Hay luces que nos hacen desesperar, que nos oscurecen la vida con su irrupción, casi tan oblicua y mortal como esa negrura que nace del vacío.

Te he llamado por tu nombre, te he reconocido, sé el olor de tu esencia, probé tu sabor diluviano, mordí lo más profundo y después abrí la puerta para no necesitarte más. Hasta probarte nunca pensé llegar a tales conclusiones sobre el amor, el sexo, la identificación y los absurdos enamoramientos que llegan hasta lo imposible.

Leonora Carrigton es el emblema de la unión, es el rostro que me seduce cuando pienso en ti pero disfrazo eso que siento con el matiz intelectual de un acto: he creído que te quiero y necesito, pero en realidad sabemos que eso de representar lo mejor que ha pasado hasta ahora en la vida de alguien es el comienzo del fin. Nuestro inicio ha sido eterno y nuestro final breve. Nunca creí que te decepcionaría precisamente por no desear la carne que cubre tus huesos.

Te confieso que el prejuicio puede ser avasallador, pero en lo más intimo de mi conciencia siento que mis resabios para tocarte se deben a que lo que deseo penetrar de ti no esta en tu piel, no esta en los recovecos de tu forma humana. Lo has dicho perfectamente bien: tu necesitas alguien que te quite la ropa, yo no deseo ver tu desnudez mortal, ni tu orgasmo físico, pensé que en esta clase de perturbación podría llegar más lejos. Desearte era intentar un mecanismo etéreo, una fusión justa de los componentes de una pasión duradera. Por supuesto, la lujuria no me era del todo ajena y por ello cedí a ella cuando el instinto ganó y decidí hacerte el amor arrebatado.

¿Qué tiene el alcohol que estimula de modo tan definitivo a nuestros instintos? Esa única noche en donde todo fue posible marcó el inicio de un fin imprevisto pero consecuente. Dices que nunca podré quitarte la ropa sino es alcoholizada, dices que requeriré embriagarme para poder hacerte el amor. Quizá sea verdad, pero la verdad de fondo es que no buscaba un placer tan superfluo ni una sublimación carnal. El orgasmo entre mujeres es el esfuerzo máximo de una invención donde el ego se besa y erosiona a sí mismo. La mujer busca darse placer mano a mano, confrontando la sutileza que se vuelve un jadeo intermitente de lucha femenina. Lo curioso es que explorar el sexo y el amor a veces, casi siempre, es una imperiosa necesidad, una anticipación que nunca es opacada por el momento central. Sentía más placer con tan sólo tenerte cerca, a un centímetro, pensando qué iba a realizar contigo, sentía la satisfacción plena del deseo que no necesita consumación para brindarnos un éxtasis profundo.
Resiento que al final de todo pueda más en ti el abandono al cuerpo. Los anhelos se bifurcan, nada ha pasado, tan sólo…
Será una posibilidad insomne, tal como todas las otras que esperan realizarse en tu trayectoria.
Sé que un ángel te quitará la ropa para que puedas dormir tranquila, sé que mientras lo haga evitarás pensar en mi, sé que cuando el ángel no sepa como llegar hasta tu abismo desearás volver a sentir mi infierno congelado.

Pero nadie puede entrar dos veces al mismo círculo del infierno.

Deux Luz Eterna.

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